
Esta pequeña anécdota me dejó
pensando a 1,000 por hora. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera mandado ese correo?
¿O si no hubiera olvidado mi suéter? Muy probablemente no hubiéramos coincidido
y la vida seguiría su curso como nada. Cada decisión tomada, por nosotros o por
alguien más, tiene consecuencias esperadas e inesperadas. Es imposible tener
completo control sobre lo que nos pasa, muchas cosas son externas, lo divertido
es, entonces, disfrutar de esas pequeñas o grandes sorpresas que Dios nos da
todos los días.
Haz memoria, ¿cuántas veces al
día te quejas porque las cosas no salen como las planeabas? ¿A cuántas personas
no les has hablado feo por no hacer las cosas exactamente como tú las quieres?
¿Acaso nunca le has reclamado a Dios porque no contesta tu oración
inmediatamente y con todas tus exigencias? Basta de esa obsesión con la prisa,
con que todos nos hagan caso en todo momento. Es momento de empezar a ver el
lado bueno de todo y de todos. Si estás atorado en el tráfico, da gracias a
Dios porque tienes tiempo de rezar un rosario completo o de escuchar ese cd que
tiene no sé cuánto tiempo guardado; si tu jefe o algún compañero en el trabajo
te hace la vida de cuadritos, aprovecha la oportunidad para crecer en la
paciencia; si sientes que Dios no escucha tu oración, es momento de fortalecer
la perseverancia.
Dios nos trajo a este mundo a ser
felices y hacemos muchas cosas por alcanzar ese objetivo: tenemos amigos,
conseguimos pareja, tenemos trabajo para ganar dinero y comprar cosas… Cada
quién busca la felicidad a toda costa; eso está muy bien, pero ¿será que
disfrutamos el camino? Dios a cada segundo nos da oportunidades para sonreír y
ser felices, el problema es que no las aprovechamos, a veces por berrinchudos,
a veces por ciegos.
Hoy te reto a encontrar cómo se
las ingenia Dios para expresarte su amor dentro de tu rutina. Con el
reencuentro de un amigo, un buen café, caminar bajo la lluvia, o incluso en las
cosas no tan obvias, en la desgracia también Dios se hace notar para demostrarnos
que no estamos solos. Abre los ojos del corazón, ve al Creador a tu alrededor,
él te ama tanto que sólo está buscando pretextos para encontrarse contigo y
decírtelo, ya sólo falta que te dejes apapachar.
Comentarios
Publicar un comentario